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SEXUALIDAD

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Las dificultades sexuales en la pareja son frecuentes

La sexualidad humana está estrechamente ligada a los fantasías, sentimientos, emociones y reacciones fisiológicas del cuerpo. Debido a esta complejidad, la sexualidad humana es frágil. Las dificultades sexuales son comunes.

Pocas parejas duraderas escapan a estas dificultades, ya sea en forma de disfunciones incómodas o como un empobrecimiento de la sexualidad.

Seguir enamorados y mantener el deseo… Eso es lo que se desea cuando se inicia una relación de pareja, pero este proyecto a menudo se ve frustrado por la rutina y las exigencias de la vida diaria. Tanto es así que la falta de deseo se ha convertido en el principal problema sexual de las parejas.

Los consejos, aunque acertados, suelen ser ineficaces

En muchos medios, se pueden leer u oír consejos para abordar la disminución del deseo frecuente en la mayoría de las parejas duraderas.

Podemos citar algunos ejemplos:

  • Fomentar la seducción del compañero cuidando su apariencia física o regalándole un obsequio,
  • Romper la rutina sexual creando situaciones o ambientes eróticos que estimulen el deseo,
    etc.

Pocas son las parejas que logran seguir estos consejos más allá de algunos intentos que rara vez se renuevan.

No es que los consejos en sí sean incorrectos, sino que los mecanismos mentales que socavan la sexualidad de la pareja son muy poderosos y, en su mayoría, inconscientes.

Términos como «baja autoestima», «ansiedad», «resentimiento oculto» se comprenden intelectualmente, pero su importancia en la vida sexual conyugal es enormemente minimizada.

Un análisis relacional permite a las personas identificar mejor sus sentimientos profundos. Se dan cuenta de que los actos esenciales en su vida de pareja están determinados por estos sentimientos que hasta ahora les eran ajenos.

Teniendo en cuenta esta realidad, es posible aplicar los consejos de manera efectiva.

Vivir la sexualidad en pareja

El encuentro con una nueva pareja sexual es una fuente de excitación y miedo.

La seducción de una nueva pareja es una fuente de excitación sexual intensa tanto para hombres como para mujeres. Sin embargo, un encuentro sexual nuevo suele ir acompañado de mucho miedo.

En algunos casos, este miedo puede generar dificultades en la sexualidad. La sexología considera que « la ansiedad de rendimiento » es el primer factor de perturbación de la sexualidad. Es una forma de nombrar el miedo a no estar a la altura.

Para los hombres, este miedo es la causa de síntomas como la eyaculación precoz y los trastornos de erección. Para las mujeres, los principales síntomas relacionados con la ansiedad de rendimiento son el dolor durante la penetración, la falta de sensaciones o la ausencia de orgasmo.

La ansiedad frente a la sexualidad a menudo tiene su origen en experiencias negativas vividas por la persona a lo largo de su historia. Debido a este primer factor de perturbación, la búsqueda de seguridad afectiva es sin duda una motivación determinante para optar por vivir en pareja de forma duradera. La seguridad afectiva permite, de hecho, una disminución notable de la ansiedad de rendimiento.

Cuando la relación se establece a largo plazo…
Elegir compartir la sexualidad con una pareja regular no reduce todos los riesgos de disfunción sexual.

Al igual que la ansiedad de rendimiento, las dificultades relacionales constituyen un factor importante de perturbación de la sexualidad. Pocas personas que viven en pareja logran evitar estas dificultades. Incluso cuando parecen ser ligeras, se traducen con el tiempo en una disminución del deseo en uno o ambos miembros de la pareja, o incluso en ambos.

A veces, la desavenencia en la pareja reactiva en el hombre síntomas que creía superados, como la eyaculación precoz. Para la mujer, la disminución del deseo a menudo conlleva la pérdida de sensaciones y dificultades para alcanzar el orgasmo.

La sexología relacional es un método que permite abordar simultáneamente las dificultades relacionales y sexuales que enfrenta una pareja.

¿Es la infidelidad una solución a la erosión del deseo?
Frente a la erosión del deseo sexual, la tentación de la infidelidad conyugal es grande. Recuperar los placeres de una fuerte excitación sexual es completamente comprensible. Sin embargo, esta solución tiene la desventaja de dejar de lado las causas profundas de la discordia sexual en la pareja. La intimidad amorosa inevitablemente sufrirá.

¿Es inevitable la erosión del deseo en una pareja?
La experiencia muestra que la erosión del deseo no es fatal en una pareja duradera. Si se logra mantener, o incluso mejorar, la calidad de la intimidad amorosa entre ambos cónyuges, el deseo sexual se preserva.

La búsqueda de una fuerte intimidad en la pareja es uno de los principales objetivos de la sexología relacional. Solo una intimidad profunda permite contemplar el desarrollo sexual dentro del marco de la pareja.

Hacia la realización sexual
La sexualidad humana se alimenta en gran medida del amor entre los dos compañeros. Un entendimiento amoroso profundo entre dos personas que ya no tienen secretos el uno para el otro otorga al acto sexual una cualidad inimitable.

El camino hacia la realización sexual en pareja es accesible para todos aquellos que sientan una motivación profunda. Pero este camino presenta muchos obstáculos. Los profesionales experimentados, que han recorrido ellos mismos este camino, pueden ser de gran ayuda para quienes no logran superar los obstáculos por sí solos.

La consulta con un sexólogo

¿Sexólogo o psicosexólogo?

Como indica su nombre, el psicosexólogo se interesa tanto por las dificultades sexuales que enfrentan las personas como por las dificultades psicológicas que las acompañan.

Una parte importante de estas dificultades psicológicas proviene de lo que ocurre en la relación entre los dos cónyuges. Por esta razón, la disciplina del psicosexólogo se denomina sexología relacional. Los mecanismos psicológicos que subyacen a una relación de pareja son complejos. Su análisis a menudo es necesario para obtener una perspectiva adecuada sobre las dificultades que atraviesa una pareja en su vida sexual.

¿Cómo es una primera consulta?

Los dos cónyuges son atendidos juntos por el psicosexólogo. Cada uno de ellos describe libremente la situación que lleva a la pareja a consultar. El profesional escucha y realiza las preguntas que considera necesarias para comprender la problemática de la pareja.

Dependiendo de la situación, propondrá el enfoque que le parece más adecuado para el caso de la pareja. Explicará este enfoque en detalle para que, desde el principio, las personas se sientan completamente involucradas en el trabajo.

La sexología relacional

Evitar las dificultades sexuales en la pareja

La sexualidad humana mezcla estrechamente fantasías, sentimientos, emociones y reacciones fisiológicas del cuerpo. Debido a esta complejidad, la sexualidad humana es frágil. Las dificultades sexuales son comunes.

Pocas parejas duraderas escapan a estos problemas, ya sea en forma de disfunciones incómodas o como un empobrecimiento de la sexualidad.

Los síntomas sexuales más frecuentes
Las dificultades sexuales pueden manifestarse con síntomas específicos que transforman el acto sexual en una experiencia desagradable: eyaculación precoz o dificultades de erección en el hombre, dolor durante la penetración, falta de sensaciones o dificultad para alcanzar el orgasmo en la mujer. Todos estos síntomas justifican la consulta con un sexólogo.

La disminución del deseo en la pareja
La falta o ausencia de deseo es la queja más frecuente entre las parejas que consultan a un profesional en relaciones o sexualidad. La disminución del deseo sexual entre los cónyuges, o incluso su desaparición, es el principal problema de la sexualidad en pareja. Se escriben muchos artículos sobre este tema, pero los consejos, incluso los acertados, suelen resultar ineficaces.

La pérdida del deseo sexual en la pareja proviene principalmente del desgaste de la relación. Los desacuerdos en la vida cotidiana de la pareja son la base de este desgaste relacional. Los resentimientos resultantes a menudo son subestimados por los propios cónyuges. Sin embargo, estos resentimientos dejan huellas profundas que, poco a poco, minan el deseo amoroso y sexual.

El enfoque sexológico clásico
La sexología clásica elige separar la sexualidad de la relación para evitar que los problemas relacionales de la pareja interfieran en el tratamiento del síntoma sexual. Este enfoque puede resultar eficaz en el caso de un síntoma específico, como la eyaculación precoz, pero tiene poca influencia sobre el deseo sexual entre los cónyuges.

De hecho, es difícil restablecer el deseo sexual entre los cónyuges sin tener en cuenta lo que ocurre a nivel relacional.

La sexología relacional
La sexología relacional opta por abordar simultáneamente las dificultades sexuales y relacionales.

A la par del trabajo específico sobre las dificultades sexuales, la sexología relacional propone a las parejas un entorno seguro en el que los miembros de la pareja puedan comunicarse sobre sus expectativas, tanto en la relación como en la sexualidad.

Estos intercambios favorecen la intimidad y la ternura en la pareja, contribuyendo así a la renovación del deseo.

Todo el proceso lleva a la pareja a desarrollar una forma de sexualidad propia que tiene en cuenta las expectativas de cada uno de los dos miembros.

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